

El año en 12 looks: estos son los mejores estilismos de Lookiero en 2019
Ha llegado el momento de echar la vista atrás y analizar este año que se va. Un 2019 cargado de inspiración y de estilo sobre el que hacemos balance recopilando los mejores estilismos de Lookiero mes a mes. Hacerlo no ha sido tarea fácil: ¡había mucho donde elegir! Desde la inspiradora sencillez de un vestido básico veraniego a la complejidad de combinar capas con gracia cuando hace frío y seguir luciendo perfecta. Un repaso completo de enero a diciembre al que recurrir en busca de ideas también en 2020.
- Enero: Levita infalible
- Febrero: Un toque diferencial en forma de animal print
- Marzo: Estilo marinero, un básico atemporal
- Abril: Las parkas son para la primavera
- Mayo: Luminosidad, ven a mí
- Junio: Todo al rojo
- Julio: La rafia es sinónimo de verano
- Agosto: A veces solo hace falta un LBD
- Septiembre: Vuelta a la rutina (a base de tendencias)
- Octubre: Bienvenida, paleta otoñal
- Noviembre: El acierto de las capas monocolor
- Diciembre: Calentita en la oficina

Hay fórmulas sencillas que funcionan de 10. Un jean pitillo de tiro alto con una camiseta gráfica y una nota de color en forma de foulard son una combinación casual ganadora. Para elevarla al siguiente nivel, nuestros estilistas sumaron el toque infalible que aporta una levita con estampado de pata de gallo. El año empezó fuerte.

Los estampados de leopardo y atigrados han marcado la pauta en este 2019 que despedimos. Y seguirán haciéndolo en 2020. ¿Su mejor virtud? Transformar por completo un look con su presencia. En febrero probábamos añadiendo una camisa animal print a un outfit básico a base de jeans claros, chaqueta vaquera oscura y bolso cartera en piel.

Una máxima de la moda aplicable año tras año: que en tu armario nunca falte una camisa de rayas marineras. Una de esas prendas que, en cuanto sube un poco la temperatura y nos liberamos de las capas, queremos lucir incondicionalmente. En marzo creamos un look de inspiración tan náutica como francesa combinándola con una blazer azul marino y chinos beige. ¿Alguien dijo chic?

Por aquello de que ‘en abril, aguas mil’, las parkas son las mejores aliadas de la meteorología primaveral. Sin perder de vista que, combinadas con vaqueros, admiten mil fórmulas. Versatilidad y un punto personal que nos conquistaron con este look en abril.

La paleta de nuestro armario se aclaraba y las prendas se acortaban. En mayo dimos la bienvenida al mes de las flores con una falda skater estampada en un tono más oscuro que contrarrestamos con la luminosidad de una infalible camisa blanca y una biker cruda. El mini bolso rojo hizo el resto.

Con la llegada de junio mantuvimos el equilibrio perfecto entre esas jornadas de oficina -ya algo más reducidas- y el modo veraniego. Una propuesta para superar irresistible el día de trabajo y atender a los primeros planes de tarde-noche al aire libre, a la que dimos forma apostando por la vitalidad del rojo.

Para dar a cualquier estilismo un punto más veraniego solo hay que añadir un complemento de rafia. Aquí la prueba: un maxi bolso de este tejido que sugiere tanto un día de playa como un paseo tardío con la puesta de sol. Un short estilo paper bag a la cintura con lazo y una camiseta básica de manga corta lo hacen elegante y sencillo.

El little black dress es una apuesta segura y una de las opciones más propias para las noches de verano. En este caso, el vestido abotonado que permite hombros al aire y un bolso con estampado boho fueron nuestra reinterpretación del famoso básico para el mes de agosto.

En septiembre hicimos de la vuelta al trabajo un reto más apetecible apostando al 100% por prendas de tendencia. Un jean flare de inspiración setentera protagonizaba este look que combinamos con una camisa de cuello en punta también con aires retro y una blazer clara de estampado discreto.

Los colores más vibrantes daban paso a los tonos tierra propios del paisaje de esta estación. Con la llegada de octubre nos lanzamos de lleno a esta nueva paleta cediendo protagonismo a prendas especiales como estos pantalones paper bag que hacían un match perfecto con la esta camisa de estampado psicodélico. Para romper y dar un giro de color añadimos una blazer azul marino.

En la recta final del año nos conquistaba esta combinación de rollo rockero y colores sobrios, perfecta para atender a un evento de noche sin pasar frío. Pantalón encerado negro, jersey de cuello alto verde botella con biker del mismo color. El toque final: complementos y accesorios con tachuelas.

Menos es más. Un total look azul marino con camisa celeste y foulard con una nota de color en forma de abrigo camel. Una solución clásica y calentita que admite todas las capas posibles para mantenerse a gusto (y estilosa) en la oficina.
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