

La ropa cambia nuestro mundo. Y es verdad, nosotras lo vemos cada día. En esa blusa que nos da confianza o en ese look que rompe todas las reglas. Pero además, ha significado muchas veces un punto de inflexión. Un antes y un después, que nos ha llevado cada vez más cerca de poder sentirnos libres. Sube a nuestra máquina del tiempo y repasa con nosotras 8 hitos de moda que nos han empoderado desde el primer Día Internacional de la Mujer Trabajadora en 1909.
Los colores de las sufragistas. 1911.

Las sufragistas hicieron el movimiento más inteligente al poner sus colores de moda. Los asociaban a sus valores: verde-esperanza, morado-lealtad y blanco-pureza. Se reconocían por ellos y arrasaban los comercios para vestirlos en sombreros, broches, cinturones y vestidos. Su código colorista parece poco, pero fue toda una revolución.
Los pantalones de Coco. 1918.

“Yo les devolví su libertad. Les di brazos y piernas de verdad” -Coco Chanel-
Le ‘robaba’ ropa a su amante, Étienne Balsan. Así empezó a impulsar el pantalón masculino. Primero llevándolo y después rediseñándolo, en contra de toda una sociedad totalmente escandalizada. Gracias.
El esmoquin de Dietrich. 1932.

A Marlene se le consideraba una mala influencia para las mujeres. El Jefe de la policía de París la amenazó con arrestarla por llevar pantalones. Nada pudo con ella: en el estreno de El signo de la cruz apareció vestida con un esmoquin y la imagen dio la vuelta al mundo. En los 60’, Yves Saint Laurent lo convirtió en icono.
El bolso con manos libres. 1955.

Coco fue un espíritu libre y nos dio mucho. Con el Chanel 2.55 volvió a hacerlo. Su famoso bolso acolchado con correa deslizante de cadena no es solo precioso. Lo diseñó para poder colgarse cruzado o al hombre. Y de esta forma las mujeres recuperamos la libertad para mover las manos.
El bikini, un incomprendido. 1962

Al pobre bikini le llevó cuatro intentos:
- El primero, el de Réard consiguió la prohibición de muchos países y que la Iglesia lo condenase en el 46.
- Con Miss Mundo 51 tuvo una nueva oportunidad, fue coronada con uno. Pero ante la presión social, el concurso lo prohibió.
- Brigitte Bardot escandalizó a todo Cannes en el 53 y se convirtió en símbolo de liberación femenina.
- Por fin en el 62, la inolvidable Ursula Andress en James Bond lo catapultó al éxito.
La minifalda, la máxima liberación. 1966.

Mary Quant hizo más que destapar rodillas. Empezó una revolución sexual en la que las mujeres por fin podíamos decidir sobre nuestro cuerpo. La comercialización de la píldora anticonceptiva, sin duda también ayudó, pero la minifalda ha pasado la historia como el look más icónico de la década del amor libre.
El empoderamiento del power suit. 1980.

Si ahora nos cuesta romper el techo de cristal imaginaos antes. En los 80’ por fin se alcanzaron puestos de mando femeninos. Mujeres, por fin, formadas y preparadas. Armani encontró en las career women su momento: un traje de chaqueta adaptado a nosotras y con hombreras, el power suit. Un símbolo de conquista de cargos altos.
El look personal. 8M23.

Podemos hablar del look unisex o de la ropa binaria. O la lycra y vinilos. Pero en realidad, lo que marca este momento es la libertad que hemos ganado. Paso a paso, hemos llegado a este ahora en el que podemos ser más que nunca nosotras mismas. Individuales, personales, especiales. Sin límites. La igualdad no busca que seamos fotocopias idénticas. Nos da el poder de ser como queramos, cómodas y orgullosas de nuestro cuerpo. No hay duda, la ropa cambia el mundo.
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